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¿Qué es un acumulador eléctrico? Funcionamiento y tipos

A la hora de reducir costos energéticos en cualquier tipo de inmueble, la elección de sistemas de acumulación de energía se ha vuelto clave para muchas empresas y hogares. Por este motivo, se han desarrollado tecnologías como los acumuladores eléctricos, cuya misión principal es almacenar electricidad para ser utilizada en el momento en que se requiera, permitiendo un ahorro significativo en la factura de energía.

En este artículo, vamos a abordar en detalle qué es un acumulador eléctrico, cómo funciona y cuáles son los tipos de acumuladores más comunes en el mercado. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un acumulador eléctrico?

Un acumulador eléctrico es un dispositivo diseñado para almacenar electricidad y liberarla posteriormente de acuerdo con las necesidades del usuario. Este mecanismo permite aprovechar la energía generada durante las horas de menor coste eléctrico, lo cual es fundamental para disminuir el gasto en electricidad tanto en hogares como en empresas.

El principio de funcionamiento de un acumulador eléctrico se basa en su capacidad para almacenar energía en forma de calor o mediante procesos químicos, dependiendo del tipo específico de acumulador. Este tipo de tecnología se asemeja a las pilas o baterías, pero con la diferencia de que, en la mayoría de los casos, los acumuladores eléctricos tienen la capacidad de proporcionar una mayor cantidad de energía almacenada para diversos usos, desde la calefacción hasta el suministro de energía a instalaciones industriales.

Asimismo, resulta relevante la integración de luminarias de emergencia (Más info: https://www.suministroselectricos.es/luminarias-de-emergencia) en los sistemas que dependen de un acumulador, ya que permiten asegurar un suministro de luz en caso de apagones o situaciones críticas, especialmente en entornos empresariales e industriales.

Tipos de acumuladores eléctricos

Existen diversos tipos de acumuladores eléctricos, cada uno diseñado para aplicaciones específicas, según la forma en que convierten y almacenan la energía. En esta sección, exploraremos los principales tipos de acumuladores disponibles en el mercado y sus aplicaciones.

Acumuladores eléctricos térmicos

Los acumuladores eléctricos térmicos se utilizan principalmente en sistemas de calefacción. Estos dispositivos acumulan electricidad durante las horas de menor consumo y luego la transforman en calor, que es distribuido por medio de radiadores eléctricos instalados en el inmueble. Este tipo de acumulador es ideal para empresas o viviendas que buscan un sistema de calefacción eficiente y que desean reducir su dependencia de la red eléctrica en horas punta.

Una de las ventajas principales de los acumuladores térmicos es que son capaces de calentarse rápidamente en comparación con otros sistemas, lo que resulta en una respuesta más eficiente y rápida a las necesidades de calefacción.

Acumulador eléctrico solar o fotovoltaico

Los acumuladores eléctricos solares o fotovoltaicos han ganado popularidad en los últimos años gracias a su capacidad para almacenar energía solar mediante la instalación de paneles fotovoltaicos. Estos dispositivos permiten almacenar la energía generada durante el día y utilizarla en cualquier momento, lo que hace posible su uso incluso durante las horas nocturnas, sin depender de la red eléctrica general.

A pesar de su coste inicial de instalación, los acumuladores solares ofrecen una excelente rentabilidad a largo plazo, ya que permiten una independencia energética considerable y reducen los gastos en electricidad.

Acumuladores hidráulicos

Los acumuladores hidráulicos se utilizan principalmente en entornos industriales. A diferencia de los acumuladores eléctricos comunes, estos dispositivos están diseñados para retener energía hidráulica. Funcionan mediante la compresión de un gas, generalmente nitrógeno, a través de un fluido hidráulico. La energía almacenada se utiliza posteriormente para mantener la presión en sistemas hidráulicos, corregir fluctuaciones o compensar pérdidas de fluido.

Este tipo de acumulador es clave en aplicaciones industriales que requieren un control preciso de la presión y una mayor eficiencia operativa.

Termo eléctrico

El termo eléctrico, también conocido como calentador de agua eléctrico, es un dispositivo muy común en los hogares y su función principal es calentar el agua mediante el uso de electricidad. El agua se almacena en un depósito y se distribuye a través de las tuberías del inmueble para ser utilizada en diferentes aplicaciones domésticas, como en la ducha, el fregadero o la lavadora.

¿Cómo funciona un acumulador eléctrico?

El funcionamiento de un acumulador eléctrico se basa en la capacidad de almacenar energía en forma de energía química o térmica y liberarla posteriormente según sea necesario. En el caso de los acumuladores de calor, el mecanismo es bastante sencillo: la electricidad se convierte en calor y se almacena en un núcleo formado por ladrillos refractarios o piezas de cerámica. Cuando se requiere el calor, este se libera gradualmente para mantener una temperatura constante.

En los acumuladores eléctricos solares, la energía generada por los paneles fotovoltaicos se almacena en baterías que pueden suministrar electricidad a los aparatos conectados al sistema, sin importar la hora del día.

¿Cuánto consume un acumulador eléctrico?

Uno de los principales motivos para optar por un acumulador eléctrico es el ahorro en consumo energético. Los acumuladores de calor, por ejemplo, permiten reducir el gasto al cargar el sistema durante las horas valle, cuando el costo de la electricidad es más bajo. Esto puede traducirse en un ahorro anual significativo, ya que se reduce el consumo durante las horas de mayor demanda energética.

Para las empresas, esto se traduce en un retorno de inversión favorable, especialmente en aquellas que requieren mantener sus sistemas de calefacción funcionando de manera continua.

¿Cuánto tiempo hay que cargar un acumulador eléctrico?

El tiempo de carga de un acumulador eléctrico depende de varios factores, como la potencia del dispositivo y la temperatura a la que se desee llegar. En general, se recomienda cargar los acumuladores durante las horas valle, ya que el coste de la electricidad es menor en ese período. La mayoría de los acumuladores eléctricos pueden almacenar energía hasta por 8 horas, lo que permite su programación para que detengan la carga cuando ya no se requiera más electricidad.

¿Qué potencia contratar con acumuladores eléctricos?

La elección de la potencia eléctrica a contratar dependerá de las características específicas del inmueble, como la zona geográfica, el tipo de construcción y el nivel de aislamiento. Por ejemplo, en un chalet de campo se necesitará una potencia diferente que en un piso urbano, por lo que es recomendable realizar un cálculo específico para determinar la potencia más adecuada.