El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) representa una de las soluciones más eficientes y demandadas en el ámbito de la rehabilitación energética y la construcción sostenible. En esencia, el SATE es una envoltura térmica que se instala en el exterior de las fachadas de los edificios, proporcionando un aislamiento continuo que optimiza el confort interior y reduce significativamente el consumo energético. Este sistema es ampliamente utilizado en diversas regiones, encontrando su aplicación en proyectos que abarcan desde viviendas unifamiliares hasta grandes complejos residenciales y comerciales. Su popularidad se extiende por todo el territorio, destacando su implementación en zonas donde la eficiencia energética es una prioridad, como por ejemplo, los aislamientos Lugo, Vigo, Ourense, Huesca, Barcelona, entre otras poblaciones.
¿En qué consiste el sistema SATE?
El SATE es un sistema multicapa que se instala sobre la superficie exterior de la fachada. Cada capa cumple una función específica, trabajando en conjunto para crear una barrera térmica altamente efectiva. A continuación, se detallan los componentes principales de este sistema:
1. Perfil de arranque: Es la pieza que se fija en la base de la fachada y sirve como soporte y guía para la correcta instalación de los paneles aislantes, asegurando una alineación perfecta desde el inicio.
2. Adhesivo y fijaciones mecánicas (anclajes): Los paneles aislantes se adhieren al muro mediante un mortero adhesivo de alta resistencia. Además, para garantizar una fijación duradera y segura, especialmente en edificios de mayor altura o en zonas con condiciones climáticas adversas, se utilizan anclajes mecánicos que refuerzan la sujeción.
3. Paneles aislantes: Constituyen el corazón del sistema SATE. Estos paneles, que pueden ser de diversos materiales como poliestireno expandido (EPS), poliestireno extruido (XPS), lana mineral o incluso materiales más innovadores como el corcho o paneles de fibra de madera, se colocan directamente sobre la fachada. La elección del material dependerá de las necesidades específicas del proyecto en cuanto a aislamiento térmico, acústico, resistencia al fuego y transpirabilidad.
4. Capa base o mortero base: Una vez instalados los paneles, se aplica una primera capa de mortero sobre ellos. Este mortero no solo protege el material aislante, sino que también sirve de base para la siguiente capa.
5. Malla de refuerzo: Embebida en la capa de mortero base, la malla de fibra de vidrio es crucial para proporcionar al sistema resistencia a impactos, evitar la aparición de fisuras y grietas, y distribuir de manera uniforme las tensiones a las que pueda estar sometida la fachada.
6. Imprimación: Se aplica entre el mortero base y el acabado final. Su función es mejorar la adherencia del revestimiento de acabado y regular la absorción de la superficie, garantizando un resultado estético homogéneo y duradero.
7. Mortero de acabado o revestimiento final: Es la capa más externa del sistema SATE y la que proporciona la estética final del edificio. Este mortero, disponible en una amplia gama de colores y texturas, ofrece protección contra los agentes atmosféricos (lluvia, viento, radiación UV) y aporta las propiedades de impermeabilidad y transpirabilidad necesarias.

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Beneficios clave del sistema SATE
La implementación del sistema SATE conlleva una serie de ventajas significativas tanto para los ocupantes del edificio como para el medio ambiente:
- Ahorro energético: Al crear una barrera térmica eficaz, el SATE reduce drásticamente la demanda de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano. Esto se traduce en un menor consumo energético y, por ende, en una importante reducción de las facturas.
- Confort térmico mejorado: El aislamiento continuo elimina las fluctuaciones de temperatura y las paredes frías, creando un ambiente interior más estable, agradable y saludable durante todo el año.
- Eliminación de puentes térmicos: Uno de los problemas más comunes en la construcción tradicional son los puentes térmicos (puntos donde el aislamiento se interrumpe, generando pérdidas de calor). El SATE, al ser un sistema de aislamiento continuo por el exterior, elimina eficazmente estos puntos débiles.
- Aprovechamiento del espacio interior: A diferencia de los sistemas de aislamiento interior, el SATE se instala por la parte externa de la fachada, lo que permite mantener la superficie habitable de las viviendas intacta.
- Renovación estética de la fachada: Además de sus beneficios térmicos, el SATE ofrece la oportunidad de modernizar y embellecer la apariencia exterior del edificio, con una gran variedad de acabados y colores disponibles.
- Protección y durabilidad de la fachada: El sistema actúa como una segunda piel para el edificio, protegiéndolo de las inclemencias del tiempo, la humedad y otros agentes externos, prolongando la vida útil de la fachada original.
- Contribución a la sostenibilidad: Al reducir el consumo de energía, el SATE disminuye las emisiones de CO2, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y mejorando la eficiencia energética global del parque edificatorio.
La elección de un sistema SATE requiere de la experiencia de profesionales cualificados para asegurar una correcta instalación y el máximo rendimiento del sistema. Existen numerosas empresas especializadas en la implementación de este tipo de soluciones en todo el país. como ejemplo tenemos a las empresas aislamientos Vigo, Oviedo, Valladolid, Badajoz, entre otras ciudades. Invertir en SATE es invertir en el futuro, en el confort y en la eficiencia de un edificio.